Mi primer vestido de Emporio Armani

En estos dias me he recorrido todas las tiendas de diseñadores de ropa Nacionales & Internacionales en Barcelona. En las primeras tiendas en las que entré me senti íncomoda desde el momento en que puse un pie en la tienda. Es esa sensación de "soy una pringailla y aqui canto más que una almeja". A la cuarta tienda, me di cuenta de que...
1) las dependientas son la mar de simpáticas,
2) la ropa de las tiendas de diseñadores es geniaaaaal.

Asi que al final le he encontrado gustillo a esto de hacer de "pretty woman". Y por fin he encontrado lo que andaba buscando: un vestido blue velvet de Emporio Armani con nombre de más de 4 dígitos (si no lo digo reviento).. Como mi hermana me ha dicho: es la compra de mi vida. El vestido sin duda es el acertado. Ahora necesito complementos que esten a la altura: zapatos, a juego con bolso, abrigo y gargantilla...
Mmmmmm me siento igual que cuando pienso en la decoración de mi casa. No veo el momento de no tener algo o alguien que decorar!

Estos dias pensaba lo fácil y apetecible que resulta adaptarse a la abundancia, a no tener límites en las compras. Pero la realidad es otra, aqui una hoy por hoy es una españolita de a pie viviendo una alucinación, efímera, fugaz. En este año me estoy gastando el dinero que no tengo, el que tendre que pagar durante el resto de mi vida.

Hablando de riqueza, estos dias pensaba que ahi estaba la chispa de la serie de Sexo en NY. Una de las razones por las que nos gusta tanto la serie es pq nos encanta ver la vida de 4 chicas con ese ritmo de vida: fiestas codo con codo con famosos como Madonna o Jenifer Lopez, cenando cada semana en restaurantes de Manhatan carisimos, yendo de copas en garitos de diseño... La realidad es que a todos nos gustaría tener ese tipo de vida, siempre aspiramos a tener más de lo que tenemos.

El caso de los weblogs con éxito es algo similar. En este caso también hay algo del personaje del weblog que envidiamos, que puede tener que ver con su nivel de vida, o con su vida de musico, actor, amigo de famoso, o con su tipo de trabajo . . .
El caso es que esa envidia se traduce en enganche. A través de las palabras que llenan los weblogs vivimos vidas que no nos pertenecen, pero que ansiamos. (A veces me ha pasado leyendo libros también).

Y ahora me hago una autocritica: ahora entiendo pq mi weblog siempre quedara reducido a petit comité. Mi vida es de lo más normalita ...